La terapia Cráneo-Sacral sirve para mejorar las funciones corporales y ayudar a aliviar el dolor y el malestar. 

El sistema cráneo-sacral consiste en las membranas (menínges) y el líquido cefalorraquídeo que rodean y protegen al encéfalo y la médula espinal. Esto se extiende hasta los huesos del cráneo, la cara y la boca, y desde el cráneo llega a su extremo inferior que es el sacro-coxis (hueso final de la columna).

 

Esta terapia es un método suave de detección y corrección que refuerza los propoios mecanismos naturales de autocuración para disipar estos efectos negativos del estrés en nuestro sistema nervioso central. Además, beneficia la salud general y la resistencia a las enfermedades. 

 

El terapeuta usa un tacto muy suave (generalmente no superior al peso de una moneda de 10 céntimos) para evaluar las restricciones en el sistema cráneo-sacral. 

Los efectos positivos de la terapia Cráneo-Sacral se deben en su gran mayoría a la capacidad de autocorrección del cuerpo.